domingo, 8 de julio de 2012

"Ya no quiero llorar, me siento tan débil, tan miserable... Siendo vulnerable, el mundo se aprovecha de mí... 

Pero qué más me puede importar eso, si cuando no lloraba seguía siendo vulnerable, y al final, logró aprovecharse de mí. Tomar lo que quería e irse sin decir adiós.

Siento que lo odio con la misma intensidad que le amo. ¿Cómo es eso posible?"

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