miércoles, 2 de mayo de 2012


Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿Para qué estamos aquí? ¿Qué hacer con nuestras vidas? A veces solamente con tener que vivir es más que demasiado para algunas personas, el simple hecho de saber que estás vivo, que consumes el preciado oxígeno de otros, la misma rutina, el día a día no solo te hace pensar que la vida es aburrida, no, sino que no feliz con ello te hace creer, ver, o quizás te abre los ojos a la realidad que, cierta o no, te aferras.

Sientes que quizás tus días en este lugar no son más que la tortura misma, o que el futuro es un cuento de hadas y que pensar en él te da escalofríos. El pasado ya está muy lejano ahora; segundos, minutos, días, años. Y el presente es lo único a lo que te puedes aferrar.

Vives el momento, no porque quieras, sino porque así te toca.

Coloquialmente diríamos royos existenciales, vale, que los adolescentes se deprimen fácilmente. Está bien. Pero muchas veces nuestra misma cegués nos desvía, quizás nos distrae de que el mundo no es precisamente feo; si bien no es color de rosa, la realidad es después de todo como tú te la pintes o por lo menos intentes moldear.

A veces estamos tan distraídos, que simplemente no notamos a todas esas personas a nuestro entorno que estaría dispuestos a dar sus vidas por las nuestras (siendo que queremos desaparecer de por sí).

Muchas veces no te toman en serio por tu edad, y no por tu mente. O a veces te sofocan tanto que no tienes espacio.

Y otras simplemente todo es demasiado perfecto como para tolerarlo.

¿Qué lleva a un joven de diecisiete años a la depresión?

Un chico sano, con padres casados y felices. Con una hermana menor y su más fiel compañía. Con una linda novia que lo quiere. Escasos, pero fieles amigos.

Clase media, se da gustos pero no tantos.

Debería ser aparentemente feliz, si no indagamos más en su mente, obviamente.

¿Hormonas?

Si, por qué no.

¿Deberías preocuparte cuando, ese mismo joven, se auto flagela?

¿Deberías preocuparte cuando toma tantas pastillas hasta quedar inconsciente?

¿Deberías entonces alejarte de él cuando deja de hablarte?

¿Qué harías tú, cuando la persona a la que más amas en este mundo no puedes sacarle una sonrisa? ¿Qué harías cuando simplemente te saca de su vida de un día para otro, sin darte explicaciones?

Y dime, ¿Qué harías tú, si casi un año después te enteras, que el mundo de esa persona se está cayendo a pedazos?

Cuando te necesita, cuando está mucho más frágil y cuando su mente es un completo desastre. ¿Huirías como él lo hizo alguna vez? ¿O tratarías de solucionarlo como los adultos, solo para demostrarle que tú puedes ser mucho más maduro?

Soledad.
Tristeza.
Compasión.

Todo lo que quisiste alguna vez se derrumba frente a tus ojos, y tú luego de tanto tiempo, puedes volver a sentirte humano solo por sentir de nuevo el contacto de sus manos.

Y quizás estas preguntas sean estúpidas, te estén cansando, o quizás no te interesen, pero…

¿Tú crees que es posible reescribir una historia de amor, siendo que esta tuvo un final hace mucho tiempo atrás?

Cuando es hora de dejar los rencores atrás, cuando el mundo no es tan feo después de todo.

Cuando tu corazón vuelve a sentir luego de haber estado roto por tanto tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario