"Tenía pánico, por ese sentimiento enfermo de su cuerpo, y esa angustia que se le expandía por todo el cuerpo. Lo quería, ahí, ahora, para siempre, y un metro de distancia ya resultaba ser agónico. Se sintió enfermo, asustado y luego de un par de horas de dar vueltas sobre la cama, salió de la habitación y se fue a la sala de estudio.
Al menos ahí no lo tenía cerca y con esa urgencia de tocarle toda la piel con sus manos, de besar cada centímetro de su cuerpo y jamás dejarle ir."
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