lunes, 5 de noviembre de 2012

"– Para mí, sólo existes tú, sólo tú – Le digo con mi frente pegada a la suya mientras lo atraigo a mí poniendo mis manos en su nuca.
– Te quiero – De nuevo vuelve a darme un beso corto. – Y más que eso – Con esas palabras hace que mi corazón, prácticamente se vuelva loco y quiera salirse de su sitio.
– Mira lo que haces… – Pongo su mano en mi pecho, logrando “arrancarle” una sonrisa y también sonrojarlo, dejándome ver sus adorables mejillas con ese apenas notable tono rojizo. – Te quiero y no sabes cuánto –"

No hay comentarios:

Publicar un comentario