"- No, no. No me dibujes. Por favor. No soy un buen modelo. No soy lo suficientemente bueno ni lo suficientemente atractivo. Soy demasiado...
Lo miré con intensidad. Sabía que la palabra que estaba contoneándose en sus pálidos labios era ‘feo’. Él iba a llamarse a sí mismo feo, pero yo no lo iba a dejar porque no era cierto. No iba a permitir que dijera semejante mentira. "
No hay comentarios:
Publicar un comentario